MÉXICO, D.F. (apro).- De 1990 a 2010, los suicidios en el país se duplicaron, al pasar de 2.3 a 4.5 casos por cada 100 mil habitantes, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Peor aún, en México unas 5 mil 12 personas se quitaron la vida en 2010 por motivos biológicos, psicológicos y sociales, recurriendo principalmente al estrangulamiento, el uso de armas de fuego y el envenenamiento.
Al dar a conocer las cifras a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se rememora el lunes 10, el organismo de estadística señaló que diversas investigaciones indican que las mujeres son quienes con mayor frecuencia incurren en intentos suicidas, sin embargo, en la mayoría de los casos los hombres son quienes consuman el hecho.
En efecto, los números confirmaron que en 2010 se registraron nueve suicidios de hombres por cada dos de mujeres.
No obstante, el Instituto Nacional de Psiquiatría reportó 4 mil 648 pacientes con diagnóstico de depresión, de los que 72.9% eran mujeres, en el lapso que va de 2007 a 2009.
“Esto podría explicar el comportamiento en ellas, ya que los problemas de salud mental, como la depresión y la esquizofrenia, se encuentran entre los múltiples factores que aumentan el riesgo de presentar una conducta suicida”.
Sin embargo, los hombres son los que vuelven realidad sus pensamientos suicidas al utilizar las formas más efectivas de quitarse la vida.
Según el Inegi, el medio más empleado fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (78.3% en hombres y 69.7% en mujeres); en tanto que el disparo con arma larga fue el segundo método más utilizado por los hombres (12.1%), el cual tiene mayor probabilidad de causar la muerte.
El segundo método de suicidio en las mujeres fue el envenenamiento por gases, vapores, alcohol y plaguicidas (17%).
El lugar preferido para cometer un suicidio es dentro de los hogares ubicados en las áreas urbanas y se da con mayor frecuencia en los meses comprendidos entre la primavera y el verano.
Es decir, entre abril y agosto de 2010 hubo un promedio de 456 suicidios por mes o 15 privaciones de la vida diarias.
Las entidades federativas que presentan las tasas más altas de este hecho son las peninsulares: Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Baja California Sur. Le siguen los estados norteños de Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
La adolescencia es una de las etapas más vulnerables para cometer el suicidio.
Un factor que puede desencadenar en un suicidio es la inexperiencia y falta de madurez emocional, lo que a su vez puede acarrear tropiezos, generar momentos de angustia, soledad y frustración.
En esta etapa, los suicidios representan la tercera causa de muerte en México, después de las agresiones y accidentes automovilísticos.
En 2010 se registraron 6.2 decesos por cada 100 mil adolescentes provocados por la rigidez o descuido por parte de la familia; alguna separación o pérdida familiar, así como el alcoholismo o drogadicción.
A escala mundial, México es de los países con menores tasas de suicidios, no obstante, la tendencia va en aumento.
Las naciones con mayores tasas de suicidios se registran en países de Europa Oriental, como Lituania y Rusia; en contraste, las más bajas se reportan en los países de América Central y del Sur, tal es el caso de Perú, Brasil y Colombia.
Los suicidios se han convertido en un problema de salud pública en el mundo, ya que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan que para el 2020 ocurran 1.5 millones de muertes por esta causa en todo el mundo.
La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés), en colaboración con OMS, instituyó el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con la intención de llamar la atención sobre esta problemática y alentar a la adopción de medidas a escala mundial.
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