MILENIO:COM
Martes, 10 de Mayo de 2011
Las familias con jefatura femenina van al alza, indica estudio, que revela que hasta 40% de ellas vive en condiciones de pobreza.
Guadalajara.- Solas. Con la carga a cuestas de la manutención y crianza de los hijos, viven actualmente dos de cada diez mujeres en Jalisco. De acuerdo a cifras oficiales las madres solas encabezan 24 por ciento de los hogares jaliscienses, pero el número de familias con jefatura femenina (donde no hay un papá presente) va al alza.
“La tendencia que tenemos actualmente es hacia un incremento de los
Martes, 10 de Mayo de 2011
Las familias con jefatura femenina van al alza, indica estudio, que revela que hasta 40% de ellas vive en condiciones de pobreza.
Guadalajara.- Solas. Con la carga a cuestas de la manutención y crianza de los hijos, viven actualmente dos de cada diez mujeres en Jalisco. De acuerdo a cifras oficiales las madres solas encabezan 24 por ciento de los hogares jaliscienses, pero el número de familias con jefatura femenina (donde no hay un papá presente) va al alza.
“La tendencia que tenemos actualmente es hacia un incremento de los
hogares que pueden estar comandados por mujeres, esperaríamos entonces que a nivel Jalisco para 2030 tuviésemos un promedio de 28 por ciento de hogares que tuviesen una jefatura femenina”, indicó la investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Erika Loyo Mariscal Beristain, al dar a conocer los resultados del diagnóstico Panorama de las Mujeres Jefas de Familia, Estudio de la Zona Metropolitana de Guadalajara, realizado a instancias del Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) y para el cual se levantaron 800 encuestas a madres solas de entre 18 y 75 años de edad.
Ante un público esencialmente femenino, que se dio cita ayer por la m
añana en Expo Guadalajara, Loyo Mariscal explicó que cada punto porcentual representa miles de hogares encabezados por madres solas. Con base en proyecciones demográficas, se estima que para 2030 habrá en Jalisco dos millones 525 mil hogares: un millón 822 mil (72.2 por ciento) con jefatura masculina y 702,942 (27.8 por ciento) con femenina.
La académica subrayó que la categoría de madres solas, incluye no sólo a las mamás solteras (30.6 por ciento) —por lo cual no todas deben etiquetarse así, pidió— sino también a las mujeres separadas o divorciadas (41.3 por ciento), a las viudas (20.8 por ciento) y a las que tienen pareja —casadas o no— (7.4 por ciento) pero está ausente, principalmente por motivos de migración.
El común de todas ellas es que se han tenido que responsabilizar, voluntaria o involuntariamente, del sustento y crianza de sus hijos, asumiendo roles típicamente femeninos asociados a la maternidad y además el rol de proveedor/protector del varón.
La estadística oficial (Censo de Población 2010 del Inegi) registra el mayor número de hogares con madres solas en las regiones centro y sur del estado (en esta última se presume un alto impacto de la emigración).
Loyo Mariscal apuntó que las madres solas padecen graves carencias económicas. “Entre 30 y 40 por ciento de ese 24 por ciento vive en condiciones de pobreza”, y la mayoría no habita en casa propia.
Las encuestas levantadas para el estudio revelaron que casi la mitad de las madres solas (48 por ciento) devenga un promedio de tres mil pesos al mes, laborando por su cuenta un mínimo de 32 horas a la semana. Mientras que 47 por ciento de estas madres son empleadas que reciben en promedio 6,300 pesos al mes… “pero trabajan más”, 41 horas a la semana. Ambos grupos invierten 40 minutos en promedio en los traslados a su trabajo y hogar; lo que impacta en su calidad de vida y menoscaba el tiempo de convivencia con sus hijos.
El ingreso por hora para las madres solas en Jalisco es 8.3 porciento menor que el de los hombres jefes de familia. La diferencia es más grande que la media nacional, donde se reporta un ingreso de las mujeres jefas de familia menor en 4.2 por ciento al de los hombres jefes de familia.
Sólo 5 por ciento de las madres solas tiene un negocio propio, algunas hasta con empleados a su cargo, o bien, trabajan como profesionistas independientes, dijo la analista, pero lo económico no exenta a las madres solas del vacío emocional y de la exigencia de conciliar la vida familiar con el trabajo, acotó la investigadora, quien también mencionó algunos aspectos sobre la misma percepción que tienen estas mujeres de sí mismas y de sus necesidades.
Este diagnóstico se realizó con recursos del fondo de transversalización del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y participaron dos empresas en su elaboración: la encuestadora Berumen y Estratégica Rvox. Los investigadores de la UdeG diseñaron el instrumento e hicieron el análisis, junto con quince entrevistas a profundidad; así como un amplio estudio documental estadístico para conocer cuáles son las condiciones y la dinámica al interior de los hogares dirigidos sólo por una mujer.
Frente y perfil
Una mamá de hoy
Elizabeth Gabriela Martínez
Contadora pública
Ilusionada, Elizabeth cumplió un sueño común para una mayoría de mujeres: se casó y se convirtió en mamá. Pero el matrimonio no resultó y se separó de su esposo. Entonces, sus hijas tenían seis y un año de edad.
Regresó al hogar paterno, con sus dos niñas. Contadora pública de profesión, decidió sacarlas adelante. Al principio se encargó de todo su sustento (hoy recibe una pensión alimenticia). “Fue muy difícil dejarlas porque estaban muy chiquitas, pero conté con la ayuda de mis papás. Salí a buscar trabajo”, dice, aunque las oportunidades laborales no siempre se le dieron. “¿Estas casada, tienes hijos?, me preguntaban”.
Además del trabajo, se enfrentó al dilema del cuidado de las niñas, que repartió entre los abuelos y el pago de guarderías. Al paso del tiempo, se independizó por segunda vez y rentó una casa para su familia sin padre. A diez años de distancia de su separación, se asume como madre sola, que no está peleada con la idea de tener una pareja, pero “no ha llegado”. Lamenta la ausencia del padre de las niñas, no por el peso de la crianza, sola y comparte: “Lo que me duele es que se perdió de etapas de su vida, y todavía faltan muchas”.
Ante un público esencialmente femenino, que se dio cita ayer por la m
añana en Expo Guadalajara, Loyo Mariscal explicó que cada punto porcentual representa miles de hogares encabezados por madres solas. Con base en proyecciones demográficas, se estima que para 2030 habrá en Jalisco dos millones 525 mil hogares: un millón 822 mil (72.2 por ciento) con jefatura masculina y 702,942 (27.8 por ciento) con femenina.La académica subrayó que la categoría de madres solas, incluye no sólo a las mamás solteras (30.6 por ciento) —por lo cual no todas deben etiquetarse así, pidió— sino también a las mujeres separadas o divorciadas (41.3 por ciento), a las viudas (20.8 por ciento) y a las que tienen pareja —casadas o no— (7.4 por ciento) pero está ausente, principalmente por motivos de migración.
El común de todas ellas es que se han tenido que responsabilizar, voluntaria o involuntariamente, del sustento y crianza de sus hijos, asumiendo roles típicamente femeninos asociados a la maternidad y además el rol de proveedor/protector del varón.
La estadística oficial (Censo de Población 2010 del Inegi) registra el mayor número de hogares con madres solas en las regiones centro y sur del estado (en esta última se presume un alto impacto de la emigración).
Loyo Mariscal apuntó que las madres solas padecen graves carencias económicas. “Entre 30 y 40 por ciento de ese 24 por ciento vive en condiciones de pobreza”, y la mayoría no habita en casa propia.
Las encuestas levantadas para el estudio revelaron que casi la mitad de las madres solas (48 por ciento) devenga un promedio de tres mil pesos al mes, laborando por su cuenta un mínimo de 32 horas a la semana. Mientras que 47 por ciento de estas madres son empleadas que reciben en promedio 6,300 pesos al mes… “pero trabajan más”, 41 horas a la semana. Ambos grupos invierten 40 minutos en promedio en los traslados a su trabajo y hogar; lo que impacta en su calidad de vida y menoscaba el tiempo de convivencia con sus hijos.
El ingreso por hora para las madres solas en Jalisco es 8.3 porciento menor que el de los hombres jefes de familia. La diferencia es más grande que la media nacional, donde se reporta un ingreso de las mujeres jefas de familia menor en 4.2 por ciento al de los hombres jefes de familia.
Sólo 5 por ciento de las madres solas tiene un negocio propio, algunas hasta con empleados a su cargo, o bien, trabajan como profesionistas independientes, dijo la analista, pero lo económico no exenta a las madres solas del vacío emocional y de la exigencia de conciliar la vida familiar con el trabajo, acotó la investigadora, quien también mencionó algunos aspectos sobre la misma percepción que tienen estas mujeres de sí mismas y de sus necesidades.
Este diagnóstico se realizó con recursos del fondo de transversalización del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y participaron dos empresas en su elaboración: la encuestadora Berumen y Estratégica Rvox. Los investigadores de la UdeG diseñaron el instrumento e hicieron el análisis, junto con quince entrevistas a profundidad; así como un amplio estudio documental estadístico para conocer cuáles son las condiciones y la dinámica al interior de los hogares dirigidos sólo por una mujer.
Frente y perfil
Una mamá de hoy
Elizabeth Gabriela Martínez
Contadora pública
Ilusionada, Elizabeth cumplió un sueño común para una mayoría de mujeres: se casó y se convirtió en mamá. Pero el matrimonio no resultó y se separó de su esposo. Entonces, sus hijas tenían seis y un año de edad.
Regresó al hogar paterno, con sus dos niñas. Contadora pública de profesión, decidió sacarlas adelante. Al principio se encargó de todo su sustento (hoy recibe una pensión alimenticia). “Fue muy difícil dejarlas porque estaban muy chiquitas, pero conté con la ayuda de mis papás. Salí a buscar trabajo”, dice, aunque las oportunidades laborales no siempre se le dieron. “¿Estas casada, tienes hijos?, me preguntaban”.
Además del trabajo, se enfrentó al dilema del cuidado de las niñas, que repartió entre los abuelos y el pago de guarderías. Al paso del tiempo, se independizó por segunda vez y rentó una casa para su familia sin padre. A diez años de distancia de su separación, se asume como madre sola, que no está peleada con la idea de tener una pareja, pero “no ha llegado”. Lamenta la ausencia del padre de las niñas, no por el peso de la crianza, sola y comparte: “Lo que me duele es que se perdió de etapas de su vida, y todavía faltan muchas”.
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